Cuando decidimos contratar un trabajador no debemos pensar sólo en el sueldo; al salario debemos añadir todo lo que supone los costes de la Seguridad Social, siendo nuestro país uno de los que tiene unas cotizaciones más altas.

En una nómina hay dos apartados diferenciados: el salario y las cotizaciones. Un tercio será IRPF, que será un porcentaje que se retendrá para ingresarlo la empresa al estado.

El salario bruto

Cómo sabemos existe un Salario Mínimo Interprofesional que últimamente ha estado muy en boca de todos en nuestro país, el cual debe recibir un trabajador en cualquier empleo, pero es el  convenio colectivo provincial el que va a determinar el salario final.

El convenio es el punto de partida pero además pueden influir los acuerdos con los comités de empresa y los acuerdos particulares. Aunque a veces es la propia empresa la que establece su criterio.

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La Seguridad Social

La cotización a la Seguridad Social la va a asumir en mayor medida la empresa y en menor medida el trabajador.

El salario estipulado en los convenios constituye lo que se llama salario bruto y es la base para el cálculo de las aportaciones a la Seguridad Social. Normalmente, el coste de la Seguridad Social equivale al 30% del salario bruto si hablamos de un contrato indefinido, pero hay empresas que la cotización es mayor, puede ser un 40%.

Cuando los contratos son temporales y/o a tiempo parcial, la aportación es algo mayor (1 ó 2 puntos, dependiendo del caso)

La cotización a la Seguridad Social agrupa a diferentes partidas:

● Cotización por contingencias comunes
● Cotización por desempleo

● Cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales: el porcentaje depende de las tablas de cotización para cada actividad.
● Cotización por formación profesional
● Cotización al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa)

 

En cualquier caso si tienes dudas siempre recomendamos consultar con un profesional. En  Altec Asesoría estaremos encantados de atenderte.